Buenos días amigos,
tras unos días de conquistar la octava prueba del reto solidario de las 50 medias maratones, y habiendo asimilado un poco todo os paso a contar:
Este a sido el fin de Semana más duro hasta ahora del reto sin duda. Llegábamos a Santa Pola, y tras el viaje comencé a tener mareos y vómitos, tanto es así que en la feria del corredor donde nos pusimos por la tarde a hacer nuestra gran recogida de alimentos, apenas pude estar. Salía a saludar de vez en cuando a amigos que venían a dejar ayudas, pero la mayor parte la pasé vomitando y tumbado en la furgoneta en el descampado de al lado. Pero allí estuvo mi padre junto a todos los voluntarios dela cruz roja que nos ayudaron desde el primer momento, los cuales pronto nos dirán la gran cantidad de alimentos que recogimos y nos mostrarán un reportaje fotográfico que nos realizaron.
Al terminar la recogida directamente fuimos al hostal en donde nada mas llegar me acosté, por supuesto sin poder cenar ni nada, pasé la noche con nauseas sin poder apenas dormir. Tan solo me comí un plátano durante la noche, y me desperté, pero no podía levantarme y seguí acostado, débil y muy dolorido. A 1h y 30 de la carrera decidí que debía intentarlo, era una locura, pero estaba allí, y no podía irme de allí sin probar hacer esa preciosa media maratón. Mis padres insistían en volver a Valencia, pero en mi cabeza ya no cabía esa posibilidad.
Llegamos a la carrera apenas para poder trotar un poco y ver que el estar tan enfermo y sin haber comido nada iba a ser algo que costaría superar.
El ambiente, magnifico. Tal y como me habían contado. Fue una barbaridad, estaba sufriendo solo de estar allí, pero, ¿Cómo perderme aquella gran fiesta?
Dieron la salida, 9000 almas felices y sonrientes, salieron en busca de su objetivo, disfrutar.
Nada mas comenzar, se me cayeron un par de lágrimas, no tengo ni idea del por qué, quizás imaginando lo que tocaría sufrir y aguantar.
Fue una carrera evidentemente muy dura, aguantando las ganas de vomitar todo el trayecto, apenas bebiendo y sudando mucho. Cogí un ritmo que me permitiera aguantar, y me puse en velocidad crucero hasta el final.
Realmente iba muy preparado para esta media y veía que podía hacer marca personal, pero a veces las circunstancias cambian, y hay que aceptarlas y luchar contra ellas.
Yo luché con el corazón, dándolo todo y haciendo un tiempo real de 1:24:04, algo increíble para la odisea que pasé.
Al llegar volví a marearme y tuve que estar mucho tiempo tumbado con las piernas en alto, hasta que pude ir a la cruz roja.
He de decir que a sido un fin de semana muy duro, incluso aun no me encuentro del todo bien, pero la satisfacción de seguir creando sonrisas con el proyecto vale la pena.
La media maratón fue increíble en todos sus tramos, repleto de gente animando, dejándose la voz. Una espinita se me a quedado, y el año que viene probablemente volveré para desquitarmela.
Pronto anunciaremos la próxima prueba del reto, la 9ª y la cual será muy especial.
Gracias a todos por seguir haciendo este sueño posible,
por ayudar a crear sonrisas a las personas más desfavorecidas,
por seguir uniendo deporte y solidaridad,
de corazón os digo gracias,
seguiré dejándome la piel luchando por conseguir alcanzar nuestra gran meta.
"Seguimos ayudando a crear sonrisas mediante el deporte"
SONRÍE.
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