Tras unos cuantos días para asimilar lo acontecido este fin de semana en la 10ª prueba del reto, paso a intentar contaros mis sensaciones, muchas de ellas indescriptibles.
Llegábamos a Ojos negros (Castellón) con la misma ilusión que en cada prueba, con la furgoneta repleta de alimentos que gracias a vuestra solidaridad habíamos recogido, esperando ser donados para crear sonrisas a las personas más desfavorecidas de Castellón, en este caso todos los kilos recogidos fueron donados a la Cruz Roja de Segorbe, que, como os comenté, se volcaron en ayudarnos haciéndonos sentir como en casa.Llevábamos 3007 kilos de alimentos recogidos y donados y tras esta 10ª prueba hemos logrado alcanzar los 3392 kilos. Seguimos sumando y sumando, logrando cada vez más kilos, más sonrisas.
Para la próxima prueba vamos a plantearnos algo complicado, pero juntos estoy seguro que lo conseguiremos,
pues cada vez esto es más grande,
cada vez somos mas los que luchamos por crear sonrisas
por ello,
vamos a intentar alcanzar los 4000k ya que tenemos casi dos meses hasta la 11ª prueba del reto que será a principios de Junio, pronto todos los detalles sobre esta nueva parada.
Tras descansar, amaneció un día fresco, pero mis tremendas ganas hacian que pronto me levantara de un salto para desayunar, coger las cosas e irnos hacia Caudiel, punto en el que saldríamos los de la media maratón.
Tras ver a las chicas Sanus e intentar calentar, tuve la suerte de que la organización me permitió colocarme en primera linea de salida. La sensación era brutal, los pelos de punta, como en cada inicio. Ganas de comenzar y coger un buen ritmo que me permitiera sobretodo disfrutar. Y así fue desde el inicio me sentí realmente cómodo corriendo a buen ritmo y en séptima posición. No creía que durara mucho esa posición, pero para mi sorpresa así fue, y con las buenas sensaciones ( todas ellas ganadas a base de duros y sufridos entrenamientos) apreté y conseguí ponerme 4 con dos compañeros mas con los cuales fui hasta el kilometro 18, en donde subimos el ritmo y uno de ellos aflojó. Iba tercero, algo inimaginable para mi, no sabía el tiempo que llevaba, ni la velocidad, voy sin nada que lo controle, me guío por mi sensación pues realmente aunque quiero superarme prefiero disfrutar a sufrir por una marca que quizás no llegue igualmente, por ello me mido en sensaciones, cuando dejo de disfrutar sufriendo, aflojo, no merece la pena en estos momentos sufrir sin disfrutar.
Llegábamos al último kilometro y tras subir fuertemente el ritmo, conseguí aguantarlo, y a los 500m de la llegada lancé el que probablemente sea uno de los sprints más rápidos y largos de mi vida, ayudado por el desnivel negativo. Sentía que volaba, a toda velocidad, y hasta 200 metros me siguió el compañero que al final bajó un poco el ritmo y con ello logré finalizar segundo con un tiempo de 1:16:38 en una de las medias maratones mas preciosas de España, de lo cual no puedo estar mas orgullos y emocionado. En la meta los amigos de Sanus Vitae estaban ahí para felicitarme, así como mis padres y la organización.
